Este milenario secreto es el siguiente:
- Coloque las carnes en la parrilla.
- Inmediatamente, arroje buenos puñados de Estragón sobre las brasas. Reitere unas 2 veces más.
- Cuando de vuelta "la mercadería", reitere el punto anterior.
- Se perfuma el área de los comensales, razón por la cual y presas del hambre, reiterarán el aplauso.
- Las carnes en crudo se ahuman primero y se cocinan después, razón por la cual el fino sabor a Estragón queda "sellado" en la piel externa y dorada de los elementos.
Habrá que probar...
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